martes, 6 de marzo de 2012

Respecto a lo que hemos comentado esta mañana en clase sobre la cantidad de músculos y huesos:


Lo primero que habrá que tener en cuenta es que un músculo es en realidad un conjunto de capas sobre capas de tejido muscular. Nuestros tejidos musculares, o músculos, componen entre un 35 y un 40 por ciento de nuestro peso corporal, y los hay de varias clases: músculos esqueléticos, músculos cardíacos y músculos lisos.
Así, dar una cifra exacta es bastante complicado. Pero sí que podemos concluir que disponemos de unos 650 músculos esqueléticos, es decir, músculos individuales fijados al esqueleto, que pueden proporcionarnos el impulso necesario para realizar movimientos, etcétera. Dentro de esta categoría entrarían algunos de los músculos más conocidos, como los bíceps o los abdominales. La mayoría de estos músculos esqueléticos son voluntarios, pero también hay involuntarios, es decir, que reaccionan sin que podamos controlarlos a través de nuestro cerebro.
Por último, los músculos cardíacos son aquellos que hacen trabajar al corazón sin descanso y la última clase de músculos, los lisos, serán los encargados de controlar el movimiento de nuestros órganos internos.


El cuerpo humano de un adulto tiene 206 huesos, mientras que el de un recién nacido está formado por cerca de 300, ya que algunos huesos, sobre todo los de la cabeza, se van fusionando durante la etapa de crecimiento.
La mayor parte de los huesos humanos se concentran en las extremidades, estando las superiores compuestas por un total de 64 huesos y las inferiores, por 62 huesos. La cabeza se forma con 28 huesos y el tronco con 52.
El hueso más pequeño del cuerpo humano está en el oído y es el estribo, que mide cerca de tres milímetros. Por el contrario, el hueso más largo es el fémur, que está en el muslo y mide casi cincuenta centímetros.

4 comentarios:

  1. Los músculos están hechos de miles de pequeñas fibras musculares (como si fueran miles de elásticos juntitos) cuando realizamos un esfuerzo físico al cual mis músculos no están acostumbrados, y al no tener entrenamiento ni fortaleza para ello, estas fibras musculares se rompen y ese dolor que sentimos al día siguiente es de esas propias fibras rotas que se están reparando.
    Para no tener agujetas se recomienda primero, estirar antes y después de hacer ejercicio y segundo, que hay que hacer deporte de forma progresiva, es decir no estar dos meses sin hacer nada y luego pegarte el palizón, sino poco a poco ir mejorando e ir exigiéndole un poco más cada día al cuerpo.

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  2. Ya pero Dani yo cuando voy a la piscina cada tres semanas hacemos abdominales y siempre me salen agujetas aunque siempre calentamos antes pero tambien es cierto que hacemos 350 abdominales entonces eso es mucho cada tres semanas o no

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  3. Claro, tener agujetas indica que has hecho un esfuerzo excesivo al que tu cuerpo no está habituado.

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